El dinero cambia nuestra manera de pensar y de ser de formas inesperadas. Y más de lo que creemos. Hoy vamos a ver cómo lo hace y cuáles son los principales rasgos que nos cambiarán cuando por fin seamos ricos.
Como veremos, algunas características analizadas en estudios y experimentos son francamente curiosas, mientras que otras van a confirmar algunas sospechas que quizá ya teníamos.
¿Tener dinero reduce nuestra empatía?
La respuesta a esto es clara y afirmativa, porque sí, el dinero reduce la empatía que sentimos hacia otros, según estudios como los de Paul Piff.
De hecho, el efecto es tan poderoso, que ocurre incluso cuando el dinero que se concede a la persona es falso.
En varios juegos de Monopoly, por ejemplo, a uno de los participantes se le daba bastante más dinero de inicio. Si bien al principio esos jugadores expresaban algo de incomodidad con el injusto reparto inicial, pronto cambiaban las tornas.
Los jugadores ricos movían sus piezas más ruidosamente, golpeándolas contra el tablero, y mostraban el tipo de gestos entusiastas que ves en un jugador de fútbol americano que acaba de anotar un touchdown.
De hecho, hasta comieron más pretzels de un recipiente que estaba al lado de los jugadores a los que se les había asignado menos dinero, además de que comenzaron a ser más groseros con sus oponentes.
Aquí se puede ver una charla de Piff respecto a sus estudios (se pueden poner subtítulos), pero es que estos tuvieron otra consecuencia curiosa cuando obtenías más dinero, incluso cuando este no era de verdad…